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Mostrando entradas de diciembre, 2016

¿POR QUÉ SÓLO UN 13% DE LOS INFARTOS DE CARA LATERAL ACTIVAN EL CÓDIGO INFARTO?

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Las conclusiones que se obtuvieron de forma inesperada en el estudio realizado en el Hospital  Clínico  San Carlos de Madrid nos llevan a formularnos esta pregunta tan relevante: ¿Por qué tan pocos Infartos de Cara Lateral activan el Código Infarto? Ya que  partimos de la base de que la rápida activación del código infarto y el tratamiento específico, es decir la reperfusión, mejoran el pronóstico de los pacientes. El estudio realizado por un grupo de trabajo en el Hospital Clínico  San Carlos pretendía dar respuesta  a la siguiente  pregunta: “¿Aporta algún beneficio la disponibilidad de ECG (electrocardiograma) previo para activación del código infarto?” A los 124 asistentes al curso anual de ECG avanzado, médicos de urgencias, atención primaria y algunos cardiólogos, se repartieron 2 modelos de cuestionario  con 6 ECG pertenecientes a pacientes del centro hospitalario con IMA en el momento de su realización. Ambos modelos se diferenciaban en la presencia o ausencia de E

FRAGILIDAD, ¿UN NUEVO FACTOR DE RIESGO CARDIOVASCULAR?

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Las reflexiones publicadas recientemente en la Revista Española de Cardiología sobre la importancia de la fragilidad en la valoración del riesgo cardiovascular en el anciano son el objeto de la siguiente entrada 1 . Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte en las personas mayores de 75 años. Y aunque existe una hay clara evidencia científica sobre los objetivos y los beneficios del tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular (RCV) en el anciano joven, por encima de los 75 años el paradigma es otro, siendo la evidencia casi inexistente en edades más avanzadas. Junto con los factores de RCV típicamente asociados a enfermedad cardiovascular (hiperlipemia, diabetes, hipertensión, tabaquismo, obesidad), los estudios plantean nuevos factores de riesgo como la proteína C reactiva, la homocisteína, la vitamina D, la frecuencia cardíaca o el nivel socioeconómico, igualmente con insuficiente evidencia en la población anciana. En la